La necesidad de cambiar el sistema era evidente y se reacciono aparentemente, creando uno nuevo, un nuevo orden que dejara el anterior obsoleto. La misma máxima que hemos visto en muchos slogan de compañías, ING, Self Trade en la banca, Yoigo, Tuenty y otras mas en telecomunicaciones y un largo ejemplo que todos tenemos en la memoria intentando desmarcar lo “viejo” de la “nuevo” como elemento de cambio.
Ocurre que en la actualidad y en este sector al que remite este blog, las
marcas somos las personas, las que componemos cada empresa, de la misma manera
que los políticos son la imagen de sus partidos y es que las marcas ocupan cada
vez mas omnipresencia en la sociedad moderna.
Estudiando el caso “podemos” son 4 factores fundamentales, de entre muchos más, que apuntalan el posicionamiento de una marca en este escenario del exceso, el desencanto y la necesidad de (volver a) creer en algo (y en alguien):
Estudiando el caso “podemos” son 4 factores fundamentales, de entre muchos más, que apuntalan el posicionamiento de una marca en este escenario del exceso, el desencanto y la necesidad de (volver a) creer en algo (y en alguien):
1.- Mensaje: Las marcas deben
construirse desde la coherencia y la consistencia del mensaje que va desde lo
que la organización, siente, piensa, dice y sobretodo hace. ¿Podemos ha sido
coherente y consistente? ¿ lo es tu
empresa?
El éxito en el caso de Podemos, esta en como mucha gente ha generado ese boca a boca y esa difusión del mensaje. Lo de embajadores de marca llevado a un nivel de resonancia importante.
Una de las principales diferencias entre Podemos y los partidos tradicionales ( y también su punto débil) es que dentro de este escenario político no ha gobernado. Eso lo pone en una situación de ventaja coyuntural. El ciudadano al igual que el consumidor demanda, exige, que los políticos gobiernen para la gente, no a costa de ellos. Que sean honestos, y que trabajen para construir una sociedad mejor.
Lo que hoy no se comunica no existe; y para un partido no comunicar o comunicar mal es una condena al fracaso.
La importancia de la buena comunicación es el puente fundamental para que el mensaje llegue a las personas.
Leer el programa electoral de un partido es como leer un contrato de mantenimiento , resultan ser como los contratos de las tarjetas de crédito, o las clausula suelo de las hipotecas, uno los firma sin leer. En el caso de la política, la gente elige más por la percepción que por el contenido. Obviamente esto no es bueno, pero sucede.
2.- Soluciones: El éxito de las (nuevas) marcas, desde siempre, se concreta si lo que vienen a ofrecer aporta soluciones que mejoren, simplifiquen la vida de las personas. Los Google, Wikipedia, Skype, Amazon, nos han aportado mejoras palpables a nuestro día a día.
El mensaje de Podemos, está, de momento, muy orientado a comunicar, que no dar, soluciones a los problemas de la España de hoy, donde la corrupción se ha instalado como una de las máximas preocupaciones de la ciudadanía. Mucha gente, percibe, que eligiendo a Podemos, su vida mejorara. Al final las marcas se construyen desde las percepciones que genera.
Si una marca, del ámbito de la política, no asume que lo que la gente espera es que su vida mejore se le vaticina su desaparición.
La pregunta que debes de hacer es..¿
que expectativas tienen mis clientes de mi marca?
3.- Discurso provocativo. Una marca que no es
provocativa, termina siendo irrelevante. La Era Digital ha puesto en la mano de
todos aquellos que quieren estar cerca de la gente un universo de herramientas
para dialogar, conectar, compartir, escuchar y resolver ¿ teneis alguna duda? Este
blog es una buena prueba de ello.
Los discursos, los tonos, las formas, incluso las estrategias han conseguido que Podemos se haya instalado en las conversaciones cotidianas de (casi) todos los españoles.
La dialéctica como herramienta de provocación en una época donde la oralidad recupera una posición relevante. Tenemos algo que decir y tenemos las herramientas para que se nos escuche.
El (buen) Branding es la principal diferencia entre ser reconocido y pasar inadvertido.
4.- Digital. La televisión, Internet y las redes sociales no dejan de ser los mayores amplificadores de cualquier mensaje o discurso. Si algo he aprendido en este blog es que, y sobretodo, a hablar el idioma de la gente, la gente lo entiende, lo interioriza, lo comparte. Ya se asume que la honestidad, la confianza, la empatía, la coherencia son ingredientes esenciales para el hacer y el decir de las marcas.
Lo digital no pone de manifiesto el carácter de una marca, simplemente lo magnifica. Si las marcas usan tecnología del siglo XXI con mentalidad del siglo XX, o dejan la tecnología o cambian la mentalidad.
Simplemente
necesitamos escuchar, sentirnos escuchados. Muchas veces oímos a la gente, pero
¿cuántas veces escuchamos atentamente para luego enriquecer esa relación?
La mayoría de
la gente tiene algo que compartir, algunas cosas buenas, otras cosas no tan
buenas, experiencias bonitas, experiencias dramáticas…pero no hay nadie vacío,
y TODOS tienen ganas de hablar, de transmitir lo que llevaban dentro y de
sentirse escuchados. Es el gran error de los políticos y también de la mayoría de
las empresas, incluso de cada uno de nosotros, nos estamos acostumbrando, tanto
en ámbito personal como laboral, a no escuchar lo que nos dicen. Pero no sólo
no escuchamos, sino que tampoco prestamos atención a lo que sucede alrededor.
Por
desgracia, la atención al cliente en la gran mayoría de las empresas, es una
pérdida de tiempo y dinero. Las reclamaciones no llegan nunca a buen puerto,
las empresas no cuidan lo que la gente dice de ellas, les da igual. Si cuando
hablo, no me escuchas…para qué te hablo?? Termino antes yendo a la competencia,
aunque esa competencia sea “Podemos” porque nadie quiere tener nada que ver con
una entidad que no le presta atención.
Una gran mayoría de españoles, necesitada de quitar de la ecuación de sus vidas la incertidumbre que sobrevuela la economía, su presente y sobretodo su futuro laboral, ven en este mensaje una esperanza. Aferrarse a una expectativa de cambio que, a priori, entienden, mejorará lo existente. Por el contrario, muchos creen que no se puede vivir de la ilusión de un mañana mejor, y que para alcanzar aquello hay que trabajar cada día. La pregunta vuelve a ser la misma ¿ que piensan tus clientes? ¿crees saberlo?
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