lunes, 26 de diciembre de 2016

La Generación “Ryanair” y el Low Cost en el mercado de impresión


 
Hola a tod@s, ¿ os acordáis cuando os dijeron aquello de volar a Londres por 1 euro? Superada la desconfianza inicial, nos entregamos como locos a la cosa de viajar en Low Cost. Atrás quedaban el glamour de Iberia, las azafatas buenorras,
los asientos amplios incluso la comida en pleno vuelo, nos aclimatamos a la mochila y a ir apretados, renunciamos a elegir el horario de vuelo, renunciamos a exigir calidad, nos acostumbramos a aterrizar a 40 km de Londres y pagar 40 libras por el billete de tren.

 Han pasado dos décadas y de entrada nuestros sueldos también son Low Cost, hacemos lo mismo pero ganamos mucho menos en un infinito bucle sin salida y así hemos convertido nuestras vidas en un formato IKEA, donde nosotros mismos nos lo montamos todo, recortando continuamente de aquí y de alla y lo que es peor ¡ nos lo hemos creído! Incluso asumimos que desplazarnos en bicicleta es moderno, hipster, saludable, sostenible y ecológico, incluso hay tarados que consideran que seria lógico pagar un impuesto por las bicicletas, o que se sancionen como a cualquier vehículo.

Lo curioso es que a nuestros clientes les ha entrado la misma fiebre y se sienten autorizados a reclamar pese a lo poco que pagan, exigen el mejor servicio y la mejor calidad, el error humano aumenta en estas condiciones y lamentablemente el resultado final se deteriora, como no puede ser de otra manera.

Veinte años después, Raynair no es tan barato, IKEA tampoco, ni siquiera “el Hacendado” es un chollo, en nuestro caso, los fabricantes mantienen los márgenes, RICOH, CANON, XEROX siguen exigiendo sus cuotas, sus parámetros de servicio y sus precios no se ajustan a mercado…¿ o si? Es demasiado tarde, nos creímos los tíos mas listos del mundo dando esquinazo a Airitalia o Luftansa. Pero lo cierto es que hoy en pleno 2016, las universidades han duplicado su precio de matricula, los alquileres han subido respecto a 1996, en la comida no jugamos y la calidad es cara., pero eso si, podemos ser veganos que es muy moderno, muy podemita y así justificamos no comer carne...¡por que no podemos pagarla! ya sabéis, los toros y la ternera son para ricos y fachas.

“Señor, si quiere que le traten bien, váyase al Corte Ingles” escuche a una cajera del ALDI decirle a un hombre que acumulaba un montón de cervezas probablemente no tan baratas, ¿Cómo darle la razón a ambos? El precio de un folio no se ha movido apenas en 20 años y el precio de una fotocopia cuando era estudiante ha pasado de 5 pts, a 0,02 cm en los mismo 20 años, y además con exigencias y repítame el trabajo.

Lo cierto es que para muchos de nosotros el Low Cost ha pasado de ser una opción ( por que podíamos permitirnos una mejor) a ser la única opción…y gracias. El Low Cost ha democratizado la miseria y la precariedad, en el servicio, en la atención, en los sueldos, en los beneficios, y es que el poder y el capital es lo que tienen, que son especialistas en no perder, de la misma manera que las ayudas estatales al alquiler hicieron que los caseros subieran el precio del alquiler, el Low Cost nos ha educado en “tragar” con cualquier cosa con tal de ver el muro de Berlin.

Y así admitimos incluso en la administración publica que se contraten equipos de segunda mano para imprimir aunque gasten mas electricidad, sean menos eficientes o incluso posiblemente tóxicos por la falta de mantenimiento o utilización de repuestos piratas, aceptamos que un notario o un arquitecto nos cobre 6 euros por cada pagina de un escrito que muchas veces tan solo es un PDF.

 

En fin que solo me queda despedirme y recordaros que os portéis bien.

1 comentario:

  1. ¡¡¡BUENIIIIISIMO Juan Carlos!!! Felices Fiestas LOW COST :) :)
    que buen resumen de lo borregos que somos, y de que fácilmente nos conducen al matadero, incluso les votan por mayoría.
    En fin..... esto es el sistema de la precariedad y SIEMPRE GANA LA BANCA como en la ruleta.

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