Estamos
de acuerdo que la crisis ha contraído el
consumo y que la pérdida de clientes es el via crucis de muchas empresas en el
entorno actual. Pero, ¿estás seguro que la crisis es la única explicación? ¿Has
pensado que puede haber otras razones que justifican esa sangría de clientes?
Analizamos las principales causas.
Hacer lo que decimos que haremos… ¡¡ es todo lo que se nos demanda, un enorme desafío!!
La
crisis ha servido a muchos de particular orejeras de burro para negar la
mayor: pierden cuota de mercado porque lo están haciendo mal, no porque el consumo haya descendido. Es verdad que la mala situación económica está detrás de la pérdida de usuarios en muchos negocios, pero también lo es que mientras unos han sabido sobrevivir otros han experimentando descensos de ventas incomprensibles y que en, muchos casos, sólo se explican por su mala gestión.
Ausencia total de vocación por el cliente interno.
Procrastinación colectiva y zona de confort
Liderazgo y marketing
mayor: pierden cuota de mercado porque lo están haciendo mal, no porque el consumo haya descendido. Es verdad que la mala situación económica está detrás de la pérdida de usuarios en muchos negocios, pero también lo es que mientras unos han sabido sobrevivir otros han experimentando descensos de ventas incomprensibles y que en, muchos casos, sólo se explican por su mala gestión.
Uno
de esos contenidos que se propagan por las redes sociales en los que se nos
muestra cómo deben ser las cosas y las razones que, sólo aplicando el sentido
común, hacen que seamos mejores personas, profesionales, clientes y
proveedores, indicaba que un 68% de la pérdida de clientes se produce por la
ineficiencia y la ausencia de compromiso de todos los actores que intervienen y
componen un organigrama empresarial.
¡¡Un
68%!! veamos cuáles son las razones que derivan en la pérdida de clientes,
intentemos desgranar los conceptos, confianza, compromiso y relaciones a largo
plazo.
Ausencia total de vocación por el cliente interno.
Cuando
nos metemos de lleno a trabajar desde el núcleo de la empresa, nos damos cuenta
cómo, la naturaleza humana está mucho más presente de lo que se acepta y
reconoce.
Las
envidias, los resquemores, los anticuerpos generados por una información que
circula con poca o nula transparencia, derivan en áreas específicas que actúan
como mini feudos y en las que el objetivo principal es poder culpar a otro de
cualquier error, siempre. Cuando una empresa no tiene un buen clima interno, no
puede entregar un servicio de calidad.
Directores,
dueños, gerentes, jefes… son los llamados gestores del cambio que la empresa
requiere hoy, líderes vocacionales capaces de entregar con el ejemplo, la
experiencia. Que el cliente demanda hoy para vincularse.
Procrastinación colectiva y zona de confort
Existe
un fenómeno transversal muy interesante que se sucede al interior de las
empresas, sea cual sea la industria a la que pertenecen o el bien o servicio
que comercialicen; la zona de confort.
Se
llama así a los hábitos y costumbres que, por repetición, no como resultado de
un estudio de objetivos, recursos y necesidades, se transforman en el ABC
automático que se ejecuta cada día, buscando “terminar lo antes posible” y sin
aplicar el sentido común o la búsqueda de crecimiento desde la satisfacción de
nuestros clientes.
Entrando
en Procrastinación colectiva, las distintas áreas permanecen en la zona de
confort perversa del proteger su trocito sin importar las relaciones; con el
cliente interno y con el cliente final.
Liderazgo y marketing
Cuando
hoy hablamos de liderazgo seguimos visualizando la parte más alta del
organigrama, la punta de la pirámide, ese recurso que; por habilidades,
experiencia, conocimientos y trayectoria, tiene claros los objetivos, sabe
comunicarlos y es capaz de imbuir el espíritu de la marca, de forma clara y
constante.
Al
igual que cuando analizamos el modelo educativo en el que se están formando las
nuevas generaciones nos damos cuenta que -de nuevos- los seres humanos no
tenemos medida y vamos, históricamente, de extremo en extremo, viviendo con una
generación para la que “todo está permitido y todo es un derecho adquirido sólo
por nacer y estar”, la empresa se da cuenta hoy que el cliente demanda
relaciones, que es lo mismo que nos enseñan o al menos eso intentan cada día,
las plataformas sociales con sus códigos, normas de conducta y procedimientos
para interactuar en ellas y beneficiarse de sus ventajas.
Los
extremos son siempre ineficientes ya que impiden el equilibrio, el liderazgo
que la empresa requiere hoy, la única forma de evitar la pérdida constante de
clientes por insatisfacción en relación a las expectativas generadas, es
entender que sólo apostando por relaciones sanas, con información que circula
libremente, equipos de trabajo que siguen instrucciones porque tienen como
objetivo común lograr el crecimiento. Porque sólo así que trasformamos a
nuestros clientes -internos y externos- en “fans” de nuestra marca; personas
100% satisfechas y 100% orgullosas de promocionarla.
Las
redes sociales, plataformas construidas a golpe de interacción por personas,
nos intentan mostrar que ese es el camino, que sólo desde la acción, el cambio
y la aceptación de su naturaleza de ineludible, es que logramos construir redes
de contactos sanas, que se retroalimentan y crecen desde la confianza.
Con
cada estrategia de marketing, cada campaña publicitaria, cada promoción, oferta
y acción para fidelizar que mostramos al exterior, estamos generando
expectativas de marca en nuestros clientes potenciales, nos mostramos como
marcas preocupadas por la calidad, la elegancia, la entrega de experiencias, el
conocimiento y la confianza, con nuestros clientes.
Pero
para lograrlo, es necesario aceptar que al interior, no todo vale, que se
requiere de talentos capaces de reinventarse y aprender una y otra vez, en
función de la realidad que se enfrenta.
Cuidar
las formas, aplicar el sentido común, adquirir niveles semejantes de
compromiso, contar con la misma pasión por la marca, buscar los mismos
objetivos y en definitiva promover y cultivar las relaciones sanas a través de
la información libre, la escucha activa y el liderazgo pedagógico, son acciones
que la empresa hoy, no puede seguir evadiendo.
“Esperaba más de la marca
“El servicio recibido es deplorable
“Quedaron en llamarme en 24 horas y han pasado 9 días
“El servicio recibido es deplorable
“Quedaron en llamarme en 24 horas y han pasado 9 días
Son
frases que ponen de manifiesto que aún, no nos hemos dado cuenta del peso
específico del marketing en nuestras vidas, así debe ser cuando hablamos de
relaciones, hoy todo es marketing;
Buen post, deberiamos de leerlo todos de vez en cuando.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias por comentar.
EliminarTienes razón, deberíamos recordarlo cada cierto tiempo.
Bien expuesto. Algo que también es sumamente importante para que el cliente prolongue siempre el tiempo de fidelización es la innovación y la atención. Siempre y cuando le ofrezcas lo mejor, lo más novedoso y le hagas un seguimiento, ofreciéndole promos entre otros servicios que puedan interesarle adicional, es mas probable que la colaboración se mantenga por mayor tiempo.
ResponderEliminarGracias por comentar y por visitar el blog.
EliminarCualquier acción para fidelizar al cliente incluso simplemente para recordarle que existimos y nos tome como opcion es valido, en eso estamos de acuerdo.
Lamentablemente en la actualidad, esas acciones han de ser mas imaginativas y eficaces, dada la saturación que tenemos de ofertas y publicidad invasiva que nos hace ser MUY refractarios a cualquier oferta.
Un saludo.